Un estudio sobre 93 ciudades europeas que incluye a Sevilla y a otras ocho capitales españolas concluye que tener un 30% de masa de árboles en la ciudad reduce la mortalidad prematura de población causada por las islas de calor urbanas, al suavizarse la temperatura gracias al agua evaporada que generan los árboles. El estudio, publicado a finales de enero pasado, está dirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y se realiza con datos de 2015.
La segunda conclusión es que esa masa de árboles que cubra el 30% puede reducir la temperatura de la ciudad una media de 0,4 grados y llegar bajar el calor 1,3 grados.
En Sevilla, la cobertura de árboles media actual de la ciudad se cuantifica en un 5,44% y son 0,61 los grados máximos de enfriamiento que se consiguen incrementando la cubierta de árboles. Los datos de densidad arbórea están extraídos del programa Copernicus (Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea), aclara el ISGlobal.
El estudio, titulado Enfriar ciudades a través de infraestructura verde urbana: una evaluación del impacto en la salud en las ciudades europeas, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, muestra los efectos nocivos de las islas de calor urbanas (UHI) sobre la mortalidad y los beneficios para la salud de aumentar la cobertura de árboles para enfriar los entornos urbanos, lo que también daría como resultado ciudades más sostenibles y resistentes al clima.
El estudio certifica que las ciudades con la mayor mortalidad atribuible a las islas de calor urbanas se localizan en el sur y este de de Europa, particularmente España (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca, Bilbao, Alicante), Italia, Hungría, Croacia y Rumanía. Por contra, las que tienen mortalidad más baja atribuible a los efectos de la isla de calor se sitúan en el Norte de Europa (Suecia, Estonia, Reino Unido, Norte de Francia).
El estudio concluye que el aumento de la temperatura media de la ciudad debida a los efectos de la isla de calor urbana (UHI) fue de 1,5°C, ponderada por la población.
De las capitales españolas analizadas, en Sevilla el aumento de la temperatura por los efectos de la isla de calor oscila entre un mínimo de 1,26 grados y un máximo de 1,94 grados.
En este apartado Sevilla está en mejor posición que otras grandes capitales como como Málaga, Bilbao, Barcelona y Madrid, pese a padecer temperaturas más altas. El máximo aumento de la temperatura por la isla de calor, igual o superior a 2º, se da en Málaga (3.04º), Bilbao (2.39º), Barcelona (2.26º), y Madrid (2,00º). Por debajo están Sevilla (1,94º), Murcia (1.93º), Palma (1.61º), Alicante (1.49º). Valencia (1.46º). Por tanto, Málaga es la ciudad española con mayor aumento máximo de la temperatura por la isla de calor urbana.
El mínimo aumento de temperatura por la isla de calor está por encima de 1 grado en Málaga (1,91º), Bilbao (1,74º) y, en menor medida, Sevilla (1,26º), Barcelona (1,09º) y Madrid (1,01º). Mientras el valor mínimo está por debajo de un grado en Valencia (0,89º); Palma (0,88º), Murcia (0,86º) y Alicante (0,29).
El porcentaje de población expuesta a un incremento de más de 1 grado provocado por la isla de calor es mayor en Málaga (98.76%), Bilbao (97.42%) y Sevilla (91.43%) que en resto de capitales españolas analizadas. Es algo menor en Valencia (82.55%), Madrid (79.80%), Barcelona (76.70%), Palma (73.21%), Murcia (54.05%) y Alicante (51.84%).
En cuanto a la cifra de muertes atribuibles a la isla de calor en verano, Sevilla también ocupa mejor posición que Madrid (559), Barcelona (363), Valencia (121) y Málaga (113). En Sevilla, murieron 104 personas por la isla de calor en verano, según el estudio. Los mejores resultados son para Alicante, Bilbao, Murcia y Palma, con solo 6, 13 muertes, 35 y 70, respectivamente.
RELACIÓN ENTRE MORTALIDAD E ISLAS DE CALOR
El estudio evalúa el impacto en la salud en verano (1 junio a 31 agosto) en 2015 en adultos desde 20 años en adelante. Se analizaron los efectos de las islas urbanas de calor en todas las causas de mortalidad, se estimó la reducción de temperatura que genera aumentar un 30% la cobertura arbórea (tree coverage) en cada ciudad y se calculó el número de muertes potenciales que se podía prevenir.
En esas 93 ciudades vivían 57,89 millones de habitantes mayores de 20 años en 2015. Durante ese año murieron en esas ciudades 555.215 habitantes por diversas causas ese año, de los cuales 128.269 muertes tuvieron lugar en verano.
Según el estudio, en estas ciudades 6.700 muertes prematuras podrían ser atribuidas a los efectos de la isla de calor durante los meses de verano, lo que corresponde a un 4,33% de la mortalidad en verano. De estas muertes prematuras, 2.444 podrían prevenirse aumentando la cobertura arbórea a un 30%, lo que equivale a un 1,84% de reducción de la mortalidad en verano.
El estudio estima que el aumento de una cobertura arbórea del 30% enfriaría las ciudades una media de 0,4 °C que puede llegar a 1,3º C.
El aumento de temperaturas está asociado a muchos efectos en la salud que incluyen la mortalidad prematura. La combinación del calentamiento global debido al cambio climático y la expansión del entorno construido intensificará las islas de calor urbanas (UHI), acompañadas de efectos adversos en la salud de la población. La infraestructura verde urbana puede reducir las temperaturas locales. Nuestro objetivo fue estimar la carga de mortalidad que podría atribuirse a las islas de calor urbanas (UHI) y la carga de mortalidad que se evitaría aumentando la cobertura de árboles urbanos en 93 ciudades europeas.
El rango medio de temperaturas en verano oscila entre los 14,2 grados de Glasgow a los 29,7 grados de Sevilla. La media de máximas la registra Sevilla, con 36,8 grados.
En todas las ciudades analizadas, un 78% de la población vive en áreas con efecto de la isla de calor en verano mayor de 1 grado. En el otro 20% el efecto es superior al 2%.
Fuente: https://www.diariodesevilla.es/sevilla/arboles-mortalidad-calor-Sevilla-islas-urbanas-ISGlobal_0_1764425289.html?utm_source=whatsapp.com&utm_medium=socialshare&utm_campaign=mobile_web